Los supermercados estadounidenses sufren un gran desabastecimiento

Los pasillos de los supermercados de prácticamente todos los estados que componen Estados Unidos se encuentran sin apenas productos, mientras el esfuerzo principal recae en mantener el flujo de productos de primera necesidad.

La frustración en redes sociales se extiende como un incendio que azota a todo el país. Las fotos y vídeos de los estantes vacíos ya no nos son ajenas, y llegan a todas las cadenas famosas. La pregunta que nos hacemos todos es, si lo peor de la pandemia ya nos dicen que ha pasado, ¿Qué es entonces lo que está causando este desabastecimiento? Y es que parece que no se puede levantar cabeza.

Causas del desabastecimiento en EEUU

Como no podía ser de otra manera, el principal causante de este desabastecimiento es la última variante del coronavirus llamada ómicron. La variante tiene tal eficiencia en cuanto al contagio que está creando una bomba interminable de bajas, tanto de contagios como de contactos cercanos, insostenible en el tiempo. Esta escasez de personal sin precedente está causando una bajada de rendimiento en la capacidad logística que el mercado no parece aceptar.

No son pocas las empresas que se están haciendo eco de este problema. La mayor parte coinciden: Han aprendido mucho durante la pandemia. Han mejorado su rendimiento y sus capacidades logísticas. Han mejorado su capacidad de adaptación y dinamismo. Pero no es suficiente y queda un largo camino por hacer en este sentido.

Un desabastecimiento que va para largo

Otra cosa en la que coinciden todas las grandes cadenas es en que el desabastecimiento no se va a terminar de manera inmediata. Se esperan muchos problemas de suministro en las próximas cuatro, cinco o incluso seis semanas vista. Ómicron ha hecho mucho daño y ha ralentizado los esfuerzos puestos para dar un mejor servicio.

Aunque muchos alimentos, sobre todo de primera necesidad, están empezando a llegar con normalidad, se siguen esperando problemas. Las tiendas están funcionando con muchos menos empleados de lo habitual. Se habla de una cifra cercana al 50% de la capacidad laboral normal, puesto que una baja suficientemente representativa de personal puede hacer mucho más daño del esperado, no hablamos de algo lineal.

El problema no afecta a un sector concreto. Hablamos de problemas en todas partes, ni siquiera es un asunto que se quede en la alimentación. Y es que a los problemas de transporte local se suman los cierres y problemas en puertos y demás puntos de entrada al país. No hay un frente abierto que no presente algún problema.

¿Qué más puede pasar en esta tormenta perfecta? Pues, valga la redundancia, problemas meteorológicos. La época del año provoca condiciones desfavorables, sobre todo en carretera. Pero también tenemos que tener en cuenta las sequías y los incendios que están destruyendo el tejido de cultivo de maíz o soja. De normal estos impedimentos se tenían en cuenta y se ajustaba al plan de negocio, pero en la actualidad es un problema sumado a otros tantos.

Subida de precio generalizada también en EEUU

Al desabastecimiento hay que sumar también la subida de precio. Los hábitos de consumo han cambiado mucho en los últimos años y ha sido el causante del lanzamiento de una nueva red de productos de mejor calidad. Otro problema añadido es la variedad de productos que ahora deben llegar a las estanterías, cosa que no pasaba hace diez años. A más cantidad de productos, más se complica su logística.

Ya hemos visto que la subida no afecta sólo a EEUU, sino a todo el mundo. Lo mismo se puede decir del desabastecimiento.